Para mi la voz y el canto forman parte de lo elemental del existir creativo, de crecer, de desarrollarnos en plenitud en lo cotidiano, de vivir unida. De vivir gozando, de una vida sencilla y a la vez profunda. De una vida entre lo pequeño y lo inmenso, de fundirnos con el todo. De permitir que las tormentas sean alimento. Cantar lo que me duele, la incertidumbre, la inocencia, lo que observo. El manantial de voz siempre nos acompaña.
Mi historia, relación y exploración con la voz es toda mi vida, en experiencias íntimas, grabaciones, publicaciones y frente al público. No es hasta 2012 que aparecieron personas que me empezaron a pedir ayuda, para escribir, para sacar la voz, para sertirse más segura con una amiga loca y ampliar lo versatil, en confiaza. Mi llamado siempre fue la acapella y la unión con otras voces, el coro. Mis primeras experiencias corales en la que me vi guiando o animé espontáneamente se dieron en 2008. Aun yo sintiéndome no preparada me pregunté como podría hacer algo que para mi era instintivo?. En 2015 con mi bebé en la tetilla me llené de valor y comencé a invitar e inventar mis primeros espacios de voces. Y experimentarme a mi misma de guía.
LA FLOR DE MI VOZ, es el título de una síntesis de mi experiencia y una propuesta de viaje que diseñé y comencé a ofrecer en el año 2019, un espacio íntimo de de exploración de la voz desde la lunación de Tauro a la lunación de Leo. Como bases. Uní mis conocimientos y práctica astrológica como marco para las rutas. Estas lunaciones en concreto tienen un porqué de desarrollo orgánico, como los cimientos de nuestro viaje humano, pasando por los cuatro elementos. En el transcurso vamos tomamos consciencia corporal, revisamos experiencias vitales, revisamos pensamientos, y nutrimos el querer mayor de liberar barreras que abran al permiso a la autenticidad y libertad creativa, de la expresión de nuestro ser en la versión más amplia en ese momento para la persona y las posibilidades de la voz en todas sus variantes.
Este viaje se realizó en 2019, 2020, 2021 y 2022. Cada año fui haciendo algunos ajustes y expandiéndose en diferentes invitaciones, más allá del viaje inicial.
Actualmente este espacio mantiene su nombre como manifiesto, y naturaleza, con el deseo de acompañar la voz, su expresión y la libertad, desde diferentes lugares. En sesiones 1:1 y en propuestas grupales.